Capítulo 7 “el
primero en morir”
Michael miró su reloj de pulsera de oro y yo hice lo
mismo con el mío; ya eran las dos y cincuenta y un minutos de la madrugada.
Esto aparte de emocionante me preocupaba por el horario. Solo esperaba realizar
bien el pedido para luego ir a dormir a mi casa. Aunque si era sincero conmigo
mismo, dormir era de las últimas cosas que debía preocuparme.
-Señor Michael, no es mi intención ir en
su contra pero su plan tiene un fallo. Digamos que sí creo que ustedes son
vampiros y tienes sus debilidades, entonces, si no me equivoco ustedes deben
descansar en cuanto amanezca ya que es cuando más débiles son.
-Mi audaz y desconfiado
Josué, jamás te dejaré solo si es lo que te preocupa. Mis hombres estarán
vigilándote cuando deba ir yo a descansar y te darán la información que
necesites y pedirán informes de todo en cuanto acabes. Y si lo deseas luego
puedes venirte con ellos a descansar aquí en mi morada.
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Dicho
esto me dispuse a seguir a Caroline y a prima hasta el estacionamiento donde
estaban las motocicletas. Tenía por su
puesto más dudas sobre lo que iba a realizar pero no quería pasar por tonto al
preguntar mucho.
La
motocicleta de Prima era roja deportiva, Kawasaki 2003 ninja. Bueno, en
realidad nunca supe mucho de motocicletas de ningún tipo, me gustaba ver de vez
en cuando las carreras o ver pasar a los motociclistas pero mi gusto no pasaba
de ser eso. Yo solo subí con Prima, y luego de ponernos cascos dio marcha a la
moto y avanzamos, enseguida nos siguió de cerca Caroline. Yo me abrase fuerte a
Prima a razón de la velocidad que llevábamos y el miedo que sentí al ser la
primera vez que subía a una motocicleta.
Ahora si
pude ver por donde habíamos llegado pero aun así no conocía el lugar y no quise
preguntar nada porque lo oirían Michael
y Milena y de seguro eso les daría una mala impresión de mis conocimientos;
Solo trate de ver con la poca luz de la luna y las mismas motos el camino que
llevábamos. Ya para entonces eran las tres y treinta y siete minutos.
Llegamos a destino como a las cuatro y cinco minutos teniendo en cuenta que viajamos a toda velocidad evadiendo las leyes de la calle. Buscamos la entrada trasera del local pero ya estaba cerrado al público general y aun así se veía luz y se oía ruido dentro. Prima toco la puerta a modo de clave y a los minutos alguien le abrió y nos hizo pasar a ambos. Preguntaron qué asunto nos traía hasta acá y Prima de forma seria y de pocos amigos dijo que veníamos a comprar algo de arte. Al parecer la respuesta convenció a la persona y nos indico el camino hasta la barra del local. A los diez minutos después entro Caroline con menos dificultades que nosotros y se ubicó en una de las mesas menos iluminadas y enseguida le pusieron un trago en ella.
-Mi estimado [escuche
en el comunicador escondido en mi oreja] te habla Michael. Ya te tenemos a vista.
A tu derecha y a tres hombres de ti esta tu objetivo. Ve con él y háblale
directo de las empresas Lepanto, seguro sabrá que decir. También no olvides
leer lo que te dará Prima.
-[hable
disimulado] Sugiero hacerlo de otra
forma no tan evidente ya que Caroline también esta acá y será sospechoso.
-Está bien, lo
dejo en tus manos. Estaré vigilando, cambio y fuera.
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Traía conmigo una fotografía de un cuadro de Rembrandt
que hace tiempo estaba buscando y me pareció útil abordar al hombre con
aquello. Pero antes de hacerlo Prima me acerco una carpeta que traía consigo.
Esta carpeta tenía las indicaciones del tipo que iba a abordar.
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