Capítulo 6
“presentaciones y temor”
Gabriel abrió la puerta de par en par, las puertas de
entrada al gran comedor de reuniones. Allí había una larga mesa de diez ubicaciones
por lado y dos sitiales en cada extremo destinados al señor y señora de la
casa. Todo de hermoso diseño, las sillas de madera de roble con tallados que
daban la sensación de tocar el mismo árbol. Los sitiales en sus patas tenían
diseño de patas felinas para mostrar el poderío del señor de la casa, o al
menos eso me pareció.
La mesa estaba cubierta por un mantel color blanco invierno con un pequeño diseño de rosas rojas. Sobre esta había cubiertos de plata en cada lugar que iba a ser ocupado y copas altas de cristal que seguramente en ellas servirían vino. Todo tan ostentoso que me hacía sentir incomodo. Todo estaba perfectamente preparado para una muy seria reunión.
Entramos
y Gabriel se adelantó para movernos las sillas y permitirnos sentar; fue muy
educado al hacerlo, como si alguien lo vigilara. Luego él se sentó a la
izquierda de Caroline y de ahí nadie lo movió; solo espero en silencio y con
cierto miedo en la mirada. Caroline sonrió al verlo y luego reviso su teléfono y sonrió aun más.
-Querido
cachorro ya están aquí.
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Ambos miraron la puerta por donde antes habíamos
entrado; Caroline ansiosa y Gabriel con miedo. Yo mire con curiosidad porque no
sabía nada del asunto de ellos. Imaginaba que por la puerta aparecería un
enorme hombre de aspecto feroz junto a otros no muy diferentes, todos junto a Milena.
La
puerta se abrió de par en par gracias al mayordomo apostado en ella. Hizo pasar
al señor de la casa junto a milena y sus invitados indicándole sus lugares en
la mesa.
El
primero de ellos, era un joven alto aun más que yo, usaba el cabello largo y
liso, tomado en una coleta. Vestía un largo abrigo de cuero negro que traía
abierto dejando ver así una camisa de seda gris. Además usaba unos pantalones
de cuero negro ajustados a su cuerpo. Este sonreía feliz al entrar, pero cuando
cruzo las miradas con Gabriel su semblante alegre cambió radicalmente a una
seriedad impenetrable. Tras él le seguía una mujer de tés oscura de la misma
estatura. Traía puesto un hermoso vestido
gris con líneas blancas verticales. Su cabello era corto y riso sujetado con
una hermosa cinta blanca invierno. Llevaba puesta una blusa celeste con un
escote que permitía ver parte de su enorme busto. Ella también sonreía al
entrar como el joven, y así como el, ella también cruzo miradas con Gabriel y
su semblante cambio drásticamente.
Ambos se
sentaron a la izquierda del señor y señora de la casa, pero no sin antes dar
una respetuosa reverencia y un saludo cordial tanto a mí como a Caroline.
Luego entró Milena seguida de un hombre de unos
aparentes treinta años. Usaba barba del tipo candado perfectamente rasurada;
vestía un traje de dos piezas con una camisa de color crema adornada con una
corbata plateada. Miré mis prendas y agradecí para mis adentros haber usado lo
que me había dado Milena y no haberme negado a ello.
Ambos
ocuparon los lugares del señor y señora de la casa. Ya estábamos todos juntos,
los que debíamos estar en la mesa, era momento de comenzar la velada. El
mayordomo sirvió a todos un poco de vino pero yo no quise beber después de lo
ocurrido con Gabriel. Luego me sirvieron solo a mí un plato con arroz con un
trozo de carne al jugo. Comencé a comer y tanto Michael como sus invitados se
quedaron mirándome.
-¿Te acuerdas de la última vez que
comiste algo así Pri? [dijo el invitado]
-La verdad no lo recuerdo. Han pasado muchos años ya desde que probé comida normal [respondió ella sin interés] -Te doy a diez de mis criados si te comes al menos un plato como ese. -Apenas tienes tres y todos te obedecen ¿Acaso quieres una razón para pedirme un favor? -[luego interrumpió Michael] Prima, Zucor, ya es suficiente de molestar a nuestro invitado. Mejor dejémosle que se alimente en paz, para que luego comencemos nuestros asuntos de esta noche.
Amigos míos, hijo querido, mi estimada
Milena, doy por comenzada la velada de esta noche donde serán libres de acto
y palabra.
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Tanto Prima como Zucor intentaron levantarse de la
mesa pero solo basto una mirada de Michael para que ellos retornaran a sus
lugares....
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