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martes, 10 de febrero de 2015

el sueño de un ayer que no es nuestro

Comenzaba a soñar y veía a mamá en el andén 9 ¾ paseándose buscando a alguien. se veía muy preocupada, pero no gritaba mi nombre, ella gritaba "William, mi pobre William, mi hijo". No entendía porque ella decía eso.
cuando me acercaba para verla, tiraba de su vestido y ella me quedaba mirando y me preguntaba 
-as visto a mi pequeño William, se ha perdido y no a tomado su medicina-

a mi me daba mucha tristeza que no me reconociera como su hijo pero aun así le preguntaba

-y como es su pequeño William, podría ayudarla-

entonces ella se quedaba mirándome directo a los ojos y se sonreía y me daba un abrazo para luego decir

-mi pequeño William, donde te habías metido, recuerda que debes tomarte tu medicamento-

me apartaba un poco y se arrodillaba frente a mí para luego buscar en su bolso de mano una botellita pequeña de color blanco. Luego sacaba una cuchara y vertía un poco del contenido de la botella en la cuchara para luego dármela en la boca. Yo la bebía pero no tenía gusto alguno, era como beber agua. Luego ponía su mano en mi corazón y lloraba poniendo su otra mano en la de ella y decía cosas pero ya no con su voz, era la voz de papá 

-recuerda que tienes un problema en el corazón, a mi el veneno solo me hizo empeorar pero tu estas a tiempo mi bebe pequeño-

Yo me asustaba mucho de lo que decía y la soltaba alejándome de apoco caminando hacia atrás. Entonces ella se echaba a llorar desconsolada y volvía a buscar a su pequeño William, pero ahora su aspecto cambiaba, era el de una anciana muy parecida a papá. Lloraba porque había muerto su hijo y ella no había estado viva para estar con él.

Yo corría lejos de ahí, lejos del andén. Veía pasar el tren y me subía a él para alejarme de la escena. Entonces veía a alumnos de Slytherin riéndose de un joven que estaba escondido en uno de los accesos. Abrían la puerta solo para lanzarle papeles arrugados y gritarle

-tu madre a muerto Savage, y tu sufrirás de la misma forma-

salía entonces de ese lugar y resplandor que me dejaba ciego por unos minutos. Cuando lograba ver algo estaba en la sala común de Ravenclaw. Pensaba que ya estaba despierto asi que me dirigía al dormitorio pero en donde deberían estar mis cosas estaba las de otro joven y el salía de debajo de la cama buscando algo. Ponía una carpeta sobre la cama. Yo me acercaba para ver que era todo eso y le preguntaba

–hola, somos compañeros de casa ¿Qué haces?-

pero él no respondía. Estaba sumido en lo que fuera que estuviera haciendo. En un momento se enfureció y tomo las hojas y las arrojo por todas partes. Una de ellas callo a mis pies y decía “pruebas de sangre.

-> Señora Savage, comunicamos que las pruebas hechas en su sangre concluyeron que sus días están contados. Le queda poco más de una semana de vida, y todo gracias al veneno del cual usted fue víctima. Sugerimos pase estos días con su familia ya que serán los últimos y nadie querría morir a solas.”<-

No podía creer lo que había leído, la muerte de la abuela había sido producida, no natural. ¿Y papá sufría lo mismo? ¿Cómo podía ser posible? Ya queria despertar y contarle todo a papá pero no conseguía despertarme aunque lo deseara.
Cuando levantaba la vista ya no estábamos en la sala común, estaba en el trabajo de papá con los dragones. El sonreía siempre, y hacia su trabajo muy feliz. Los compañero de trabajo le palmeaban la espalda y el sonreía aun mas. Pero de pronto, el tenia que enfrentarse con dragones pequeños y el calor abrumanté de estos hacia que se desmayara, pero a los minutos ya estaba de pie de nuevo trabajando. Veía a una mujer que se me hacía muy familiar, veía su espalda. Ella llamaba a mi padre para hablar con el en una oficina. Después los veía juntos casándose y enseguida aparecia yo en los brazos de mamá. Entonces veía con los ojos del bebe y mamá me decía

–debes dormir mi pequeño Jair que pronto tu padre notara que estas despierto-

entonces cerraba los ojos. Sentí las caricias de mamá y luego sentí como estaba apoyado, entonces mi conciencia me llevo a la realidad. Un pequeño malestar me despertó mas no abrí los ojos. Me quede escuchando a ver que hablaban los que estaban cerca. Se que uno era papá por su voz. La otra de seguro era la enfermera aunque no reconocía su voz.

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